MONASTERIO DE LA VICTORIA

 Lo más fundamental es su fachada, muestra exquisita del arte ojival. Está compuesta de dos grandes machones piramidales adornados con columnillas ojivales adosadas. Entre ambos hay un arco conopial que tiene en su vértice un escudo con las armas de La Cerda: el castillo y el león rampante de las armas reales de Castilla y las tres flores de lis de Francia. Como en otros muchos edificios construidos por esta época, el ascendiente sevillano, sobre todo en el templo, alcanza no sólo a su estructura sino también a la inspiración de muchos de los motivos que la decoran, fundamentalmente la portada, concebida a modo de retablo, con abundantes elementos decorativos góticos y vegetales típicos de los últimos años del siglo XV. De características similares a las de otras iglesias jerezanas del mismo estilo y a la puerta del Perdón de la Iglesia Mayor Prioral, lo que hace pensar en el mismo autor de esta última.