CARMEN DE LOS MARTIRES

El Carmen de los Mártires rebasa en forma amplia el concepto del «Carmen» granadino.

Estas fincas con cuyo nombre se denominó a la Ciudad, se suelen caracterizar por sus dimensiones pequeñas o medias, sobre una topografía en niveles, con agua que permite su riego como huerto y jardín, con el que forma unidad la vivienda. Sus vistas panorámicas sobre la Alhambra, la Vega, la Sierra o el Albayzín, los privilegian como miradores sobre el paisaje. Su nombre se hace derivar del romano «Karmen», o parra, elemento frecuente entre los variados vegetales que los ornan.

Los Mártires es superficialmente el mayor de todos los cármenes, con más de siete hectáreas, tras perder la zona segregada por M. Meersmans a su sobrino. El diseño «culto» de sus jardines, de diversos estilos, su lago y bosque lo configuran como un importante jardín, famoso merecidamente por su historia, elementos artísticos y espectaculares perspectivas sobre la Ciudad, Vega y Sierra Nevada.

En el siglo XVI era este lugar una loma, denominada de Ahabul, que se extendía desde Torres Bermejas sobre el barrio judío de el Mauror hasta la puerta nazarí de los Siete Suelos, una de las más importantes de la acrópolis alhambrera, entonces denominada por bib-al-Gaduz, o de los Pozos.